Un rincón ancestral entre los andes ancashinos que guarda misterios arqueológicos y paisajes de ensueño.
Desde lo alto de la sierra de Jimbe, en la región Áncash, se alza el pequeño poblado de Cosma, un lugar donde la historia y la naturaleza se entrelazan con fuerza. Allí, ocultas entre quebradas y riscos, se encuentra Caja Rumi, impresionantes cajas de piedra talladas con precisión que parecen contar historias olvidadas y despiertan la curiosidad de todo aquel que se aventura a descubrirlas.
Tesoros arqueológicos en lo alto de Áncash
Cosma, está dentro de la localidad de Jimbe (distrito de Cáceres del Perú), es un pequeño poblado enclavado en las estribaciones de la Cordillera Negra. Este lugar, aún poco conocido por el turismo convencional, alberga uno de los sitios arqueológicos más enigmáticos de la zona: Caja Rumi, antiguas cajas de piedra que están ubicadas en una montaña a unos 3 700 m s. n. m., en el límite entre los distritos de Cáceres del Perú (provincia del Santa) y Pamparomás (provincia de Huaylas), han sido asociadas a posibles usos ceremoniales o funerarios de culturas preincaicas, aunque aún no se ha determinado su origen exacto.
Al explorar el lugar se pueden encontrar ocho cajas perfectamente talladas, rodeadas de naturaleza, vegetación, y clima frío que crean un equilibrio entre el cielo y la tierra, con vistas panorámicas hacia los valles y quebradas, que le otorga un aire de misticismo que atrae tanto a arqueólogos como a viajeros en busca de experiencias auténticas.
¿Cómo llegar a Caja Rumi?
Para llegar a Caja Rumi primero debes llegar a Cosma, que es donde se encuentra ubicado. Inicia partiendo desde las ciudades de Chimbote o Casma, tomando la ruta de acceso hacia la zona andina de Jimbe. Este camino atraviesa paisajes variados, con campos de cultivo, montañas escarpadas y casas tradicionales de adobe, que forman parte del encanto del recorrido que ofrece una experiencia visual y cultural que complementa la visita a este lugar lleno de historia y tradición.
Desde el poblado de Cosma, se llega a Caja Rumi mediante una caminata de 30 a 40 minutos por un sendero de tierra en subida, el recorrido atraviesa paisajes andinos con vegetación de altura y vistas panorámicas, el sitio arqueológico se encuentra en lo alto de un cerro, a más de 3,500 m s. n. m., por lo que se recomienda avanzar con calma y de ser posible, ir con un guía local.
¿Por qué es tan especial Caja Rumi?
Son grandes bloques de piedra que fueron trabajados con mucha precisión por las antiguas civilizaciones andinas, hace varios siglos, se cree que pudieron tener un uso ceremonial o funerario, aunque su verdadero propósito aún no se ha confirmado.
Este lugar tiene un alto valor cultural y arqueológico, ya que muestra cómo los pueblos antiguos sabían trabajar la piedra con gran detalle, incluso en zonas altas y de acceder.
Además de su historia, el paisaje natural y la altura en la que se encuentra Caja Rumi hacen que la visita sea una experiencia especial.
El silencio, el aire puro y la vista desde lo alto crean un ambiente que invita a la reflexión y al asombro.
Un destino que espera ser descubierto
A pesar de su importancia histórica, Caja Rumi sigue siendo un tesoro escondido en lo alto de la sierra, lejos del ruido y del turismo masivo. Su misterio, su belleza natural y el silencio que lo rodea hacen que cada visita se sienta única, casi sagrada. Es un lugar que no solo merece ser descubierto, sino también cuidado y protegido, para que las futuras generaciones puedan seguir sintiendo lo que hoy aún se siente allí: asombro, respeto y conexión con nuestras raíces.
Crónica redactada por Celeste de la Cruz.
Editado por Samaria Jara