Basura en prolongación Gálvez genera malestar e insalubridad a pocos metros del hospital

A diario, montículos de desechos se acumulan en plena vía pública de la prolongación Gálvez, a solo unas cuadras del Hospital III de EsSalud en Chimbote. Entre residuos orgánicos, plásticos, desmonte y cartones, vecinos y recicladores deben transitar por un entorno contaminado que evidencia la falta de control y atención por parte de las autoridades.

Los desperdicios incluyen restos de comida, frutas en descomposición, ropa vieja, botellas, envolturas y hasta materiales de construcción. Esta acumulación constante deteriora el paisaje urbano, genera malos olores y representa un riesgo directo para la salud pública, especialmente por la presencia de vectores como ratas, moscas y zancudos.

“Siempre es igual. Nadie recoge, nadie controla”, comenta un reciclador que busca botellas y cartones para vender. Señala que muchas veces debe revolver entre los desechos sin protección alguna, exponiéndose a cortaduras o infecciones. “No tenemos otra opción”, afirma resignado mientras acomoda bolsas en su triciclo.

Pese a la alta circulación de personas y vehículos, el lugar no cuenta con contenedores apropiados ni señalización que advierta sobre la prohibición de arrojar residuos. El problema lleva meses sin solución y ha sido normalizado por la rutina diaria, lo que agrava su impacto en la salud colectiva y el orden urbano.

Frente a esta situación, los vecinos exigen a la Municipalidad Provincial del Santa que intervenga con acciones concretas: limpieza constante, instalación de tachos diferenciados, fiscalización efectiva y campañas educativas para frenar una práctica que afecta a toda la comunidad chimbotana.

Autor: Sanchez Nunja Gadiel

Editor: Gonzales Arenas Marco

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