El 23,4 % de la población urbana ancashina tiene estudios universitarios, frente a apenas un 4,9 % en las zonas rurales
En el 2017 un total de 119 383 personas en Áncash del área urbana alcanzaron estudios universitarios, una cifra que marca un hito en el acceso a la educación superior en la región. Sin embargo, este avance contrasta fuertemente con la situación del ámbito rural, donde el rezago educativo se mantiene como un problema estructural y persistente, con solo 13 790 personas con estudios universitarios.
En el 2007 el número total de ancashinos entre el área rural y urbano de 15 años a más con estudios universitarios fue de 103 692 y en el 2017 fue de 133173, lo que representa un incremento de 29 481 personas, según datos del Instituto de Estadística e Informática (INEI). Este crecimiento responde a una expansión del sistema universitario y a mayores posibilidades de acceso en las zonas urbanas. No obstante, dicha evolución no ha sido uniforme, y las brechas territoriales siguen siendo profundas.
En el área urbana, el avance educativo es más visible. El porcentaje de personas con educación superior universitaria creció de 21,5% en 2007 a 23, 4% en 2017. Además, la población sin ningún nivel educativo disminuyó considerablemente de 25 527 a 19 695 personas, con una tasa de decrecimiento anual del -2,5 %. Este progreso sugiere que las ciudades han logrado mejorar sus condiciones de acceso a la educación, gracias a programas de alfabetización, infraestructura y políticas de inclusión educativa.
Por el contrario, el acceso a la educación superior en las áreas rurales es particularmente limitado: solo el 4,9 % de la población rural alcanzó estudios universitarios en 2017 y la tasa de crecimiento anual es solo de 0.9% . Además, la mayor parte de la población equivalente al 35,4 % solo logró completar la educación secundaria y el 18,7% no tiene ningún nivel de educación lo que reduce sus oportunidades de inserción laboral, mejora de ingresos y movilidad social.
Estos datos reflejan una paradoja educativa: mientras en las ciudades se consolidan los avances, en el campo se estancan. La diferencia entre el incremento anual de 2 827 universitarios en áreas urbanas y apenas 121 en zonas rurales es un claro indicador de que la educación en Áncash todavía no es equitativa.
Autora: Jimena Meléndez Mejía
Editor: Santiago Matias Flores Acebedo