Site icon PULSO DIGITAL

Entre el tabú, el miedo y la esperanza: Chimbote mira de frente al VIH

Las cifras crecen, el silencio retrocede y la conciencia comienza a imponerse.

En una ciudad donde hablar de VIH todavía incomoda, las cifras se vuelven imposibles de ignorar. En 2025, solo en Chimbote, se han confirmado 77 nuevos casos de VIH, según un informe del Diario Correo. A nivel provincial, la cifra asciende a 95, y aunque el país mantiene una curva estable, la realidad en la provincia del Santa es otra historia.

Detrás de estos números hay rostros, edades, ocupaciones distintas. El perfil del paciente ha cambiado: el 65 % son varones, muchos entre 25 y 35 años, pero también hay adolescentes de 17 y 18 años. Casi el 97 % de las transmisiones son por vía sexual.

En diciembre de 2024, la responsable del CERITS del Hospital La Caleta, Liliana Diestra Pastor, declaró a Agencia Andina que se habían registrado 113 casos nuevos de VIH solo ese año. Para ella, la detección voluntaria ha aumentado, lo que considera un avance positivo:“Lo importante es que se está diagnosticando de manera voluntaria. Observamos que ya hay mayor conciencia… un examen a tiempo permite llevar una óptima calidad de vida con los retrovirales que suministramos gratuitamente en La Caleta”.

Pero Diestra también advierte algo clave: los prejuicios aún están arraigados.“Se tiene que romper ese estigma de que solo los que son del grupo LGTB adquieren la enfermedad; hemos visto un incremento significativo de personas heterosexuales”.

En muchos hogares, hablar de VIH sigue siendo sinónimo de «haber hecho algo mal». Muchos adultos evitan hacerse la prueba por temor a las etiquetas, y los jóvenes no saben con quién hablar. El virus ya no discrimina, pero los mitos sí.Desde la Red de Salud Pacífico Sur, Patricia Llontop Caicedo, coordinadora de la Estrategia Sanitaria ITS/VIH-SIDA, reportó en noviembre de 2024 que se atendían 81 casos activos, incluido un menor de edad. El caso más joven: un adolescente de 17 años.

“Depende de la actitud de cada persona para prevenir este mal… con una detección temprana y tratamiento oportuno, la persona puede seguir adelante”, declaró al Diario de Chimbote.Además, Llontop anunció campañas de despistaje rápido en universidades, conocidas como “Pruebatón”, y otras actividades públicas para derribar el silencio en torno a la enfermedad.En febrero de 2025, por el “Día Internacional del Condón”, Llontop volvió a hablar con la prensa:“En el año 2024 se realizaron 14 149 tamizajes, de los cuales 15 dieron positivo… eso genera preocupación en el personal de salud”.

A nivel nacional, el portal especializado Stakeholders informó que en 2024 se registraron 8 053 casos nuevos en todo el Perú. La cifra no representa una epidemia descontrolada, pero sí evidencia un aumento sostenido debido a mayor acceso a pruebas y campañas.

En contraste, en Chimbote, el ritmo es más inquietante pues a proporción de nuevos casos crece más rápido que en otras ciudades similares. Lo que antes era un tema de riesgo para ciertos sectores sociales, hoy afecta a personas de toda condición y edad.

“Ya no es lo que era antes”, repiten los médicos, pero muchos pacientes aún sienten vergüenza, temor o soledad al recibir el diagnóstico. Y ese miedo no se combate solo con retrovirales. Se combate con educación, espacios seguros, campañas claras y una sociedad dispuesta a hablar.Porque mientras más se hable, menos se teme. Y mientras más se teme, más se posterga el tratamiento, lo cual puede marcar la diferencia entre una vida estable y una cadena de complicaciones evitables.

Las autoridades de salud vienen reforzando la educación sexual integral en colegios y promoviendo actividades preventivas en coordinación con municipios, Policía y Fiscalía.Sin embargo, la tarea no puede recaer solo en campañas institucionales. Se necesita hablar en casa, en los mercados, en las iglesias, en las redes sociales. El tabú ya no es opción.

En Chimbote se está empezando a mirar de frente al VIH.Y aunque todavía hay miedo, cada joven que se hace la prueba, cada padre que se informa, cada docente que habla del tema, rompe un poco más el silencio.Porque el VIH se trata. Pero el estigma, el prejuicio y la ignorancia se combaten.

Redactado por Lucio Atilano Angelita

Editado por Antony Alegre

Exit mobile version