Instituciones advierten riesgo inminente y falta de preparación en la población ante un terremoto similar o superior al del año 1970.

Desastre sísmico de los años 70.
Más del 80% de las viviendas en Nuevo Chimbote no están en condiciones de resistir un sismo de gran magnitud, según advirtió el Colegio de Ingenieros. Esta alarmante cifra se da en un contexto donde el Instituto Geofísico del Perú (IGP) ha alertado sobre un “silencio sísmico” de más de 200 años en la zona norte del país, lo que podría traducirse en un terremoto de 8.8 grados o más en cualquier momento. La combinación de construcciones informales, falta de verificación municipal y poca conciencia ciudadana, coloca a la población en una situación de alta vulnerabilidad.
El jefe de Defensa Civil en Nuevo Chimbote, en entrevista con este medio, fue enfático al señalar que Nuevo Chimbote, ni Chimbote, ni el país en general están preparados para afrontar un evento de esta magnitud. “El Perú se encuentra en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona altamente sísmica. No estamos listos. Lo que podemos hacer ahora es reducir la vulnerabilidad y prepararnos para un evento que, según los especialistas, ocurrirá”, indicó.
En esa línea, la oficina de Defensa Civil ha venido ejecutando acciones de prevención como campañas de sensibilización, simulacros en zonas de alto riesgo y capacitaciones en centros educativos y asentamientos humanos. Uno de los esfuerzos más recientes fue el Simulacro Nacional por Sismo seguido de Tsunami realizado el pasado 30 de mayo.
“Nuestro objetivo es que la gente sepa evacuar con calma y responsabilidad. Ese pequeño grado de preparación podría marcar la diferencia entre la vida y la muerte”, añadió el funcionario.
El riesgo no es nuevo. En 1970, Chimbote fue una de las ciudades más afectadas por el terremoto de 7.9 grados que devastó Áncash y dejó más de 70 mil fallecidos. A más de medio siglo de esa tragedia, la realidad muestra que gran parte de la población sigue expuesta. Muchas viviendas han sido construidas sin supervisión técnica, sin licencia municipal y sin cumplir normas de seguridad estructural, lo que aumenta las probabilidades de colapso en caso de un movimiento telúrico severo.
Finalmente, las autoridades hacen un llamado urgente a la ciudadanía a asumir un rol activo en su propia protección. Se recomienda implementar un plan familiar de emergencias, identificar rutas de evacuación, contar con mochilas de emergencia y participar en los simulacros convocados.
Autor: Fernanda Acevedo Asurza.
Editor: Lency Depaz Príncipe.